EN CONTRUCCIÓN
El Hermetismo se asentó con un texto llamado “Corpus Hermeticum y Asclepio”, que recopilaba saberes eclesiásticos, desde cierta óptica ocultista, hacía cómo alcanzar la inmortalidad del alma, y así, su acceso al cielo. Fue un libro del siglo II d.C. que, tras muchas épocas posteriores, cobró importancia en Europa con el desarrollo del Renacimiento.
Este libro describe a Hermes Trismegisto, dícese de quien tenía similitud con
Mercurio y con una mítica deidad egipcia, de nombre Thot. Se decía que, a través de este personaje, los enigmas de Dios y el universo eran más comprensibles, por el afán en encontrar la
inmortalidad.
Más aún, las polémicas de esta época, están reflejadas en casos icónicos,
como lo es el Grabado Flammarion, de autor anónimo. Esta pintura fue vista primeramente en un libró de astronomía, por Camille Flammarion, y en ella se observa la importancia de prevaleció
en el Renacimiento, por querer encontrar los límites del cielo, que fue conocido como bóveda celeste. fueron simbolismo que suelen notarse en arcanos mayores del Tarot, como El Mago, El
Ermitaño, o cartas asociadas al avance del pensamiento lógico.
Las influencias de este cuadro, también pueden observarse en la carta El Mago, que suele representar la imagen de un alquimista (señalar que antes no eran tan visuales, sino que el tarot era más implícito, poco visual y más numerológico), aludiendo a los avances que se realizaron durante el Renacimiento, en el alcance del Cosmos y de aquello que trascendía lo material.
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