La conformación de animitas contienen trasfondos tan distintos entre sí, con historias y vidas humanas tan únicas, pero vinculadas a un mismo concepto: ocupación del espacio público, para transformarlo en un punto de respeto ante quien falleció, pudiendo ser por situaciones viales; o que tengan conexión con situación en calle.
Personas que no cuentan con el dinero suficiente. Considerados como cementerios remotos, que están a la vista de peatones y automóviles, siendo parte de una infraestructura, como una iguana camuflada entre su entorno.
Con las animitas se genera un nuevo ambiente, y que, a través de sus energías, transmite una sensación distinta, según sea la persona fallecida y el caso o historial que yace consigo desde su historia.
Fallecimientos que causan impacto en la población, o que por el contenido de su relato, adquieren relevancia ante el lamento, impotencia, o angustia de la población.
Una memoria chilena. Suelen caracterizarse por adornar su entorno con bastantes peluches, o algún objeto que suela añadirse cada vez que un asistente deja su condolencia al momento de la visita. Por ello, renuevan su vida gracias al apoyo de quienes van.
Adquieren la connotación de santos, como los niños que mueren en autopistas o por explicaciones que aún no son entregadas, debido a la complejidad -o nulidad- del caso.
Links de importancia:
https://www.diariofutrono.cl/noticia/historiasdiariosur/2020/11/serafin-y-bertita-los-santos-populares-de-valdivia
http://observatorio.cultura.gob.cl/index.php/2021/01/26/bicianimitas-cuerpos-en-la-ciudad-de-santiago/
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